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PREOCUPACIÓN POR QUEJAS SOBRE AJUSTICIAMIENTOS, INTIMIDACIÓN, PROSELITISMO ARMADO Y EXTORSIÓN
Junio 26 de 1986
Carta del Presidente de la Subcomisión de Verificación, Padre Nel Beltrán, al comandante de las FARC-EP, Manuel Marulanda Vélez, Barrancabermeja
Los últimos acontecimientos desarrollados en el departamento han preocupado profundamente a la Comisión Regional de Verificación y Paz hasta el punto de que, contra lo usual, ha producido un comunicado de rechazo a los acontecimientos que juzgamos que quebrantan la tregua abiertamente. En dicho comunicado hemos mantenido prudencia pero queremos informarlo a usted directamente porque juzgamos que los hechos en cuestión obedecen a un comportamiento común y no pueden explicarse como una excepción o como desobediencia sino que tienen la característica de una política asumida por las FARC en ese departamento. Estos hechos se han presentado después de las elecciones y tiene según los informantes, una clara perspectiva política reivindicativa y se han presentado precisamente en los sitios donde la UP no alcanzó una votación significativa como se esperaba. Le pedimos y esperamos una explicación de estos fenómenos. A continuación detallo los hechos más sobresalientes.
I. Asesinatos
1. Tres campesinos fueron asesinados en la vereda de Planada. Son ellos Antonio Serrano Santamaría, inspector electoral y dirigente liberal y sus hijos Fabio y Mauricio. De esto dio amplia información la prensa del departamento.
2. El asesinato de Anselmo Moto en El Filo, Playón.
3. El inspector de Policía de Santa Cruz de La Colina.
4. Olinto Ferreira y cuatro de sus hijos en Cochiricito.
5. Alirio Caicedo candidato liberal al concejo de Playón.
6. Antonio Pimiento en el Playón, Rionegro.
Los anteriores homicidios son atribuidos a un grupo de las FARC comandado por un señor identificado como Wilmar.
7. Manuel Castro en Papayal, por los hermanos Amarillo pertenecientes a la UP.
8. Los hechos sucedidos en el Tigre, municipio de Yondó.
9. La desaparición y asesinato de los hermanos Rubio sucedido en las cercanías de Vuelta Acuña.
10. Finalmente, el asesinato de 9 campesinos en Caño Rendija, corregimiento San
Fernando, jurisdicción de Cimitarra. De casi todos estos acontecimientos ha dado informe la prensa.
II. Proselitismo armado
Son crecientes las quejas contra el proselitismo armado ejercido por las FARC en todo el territorio. El espacio político ganado por la UP, no ha servido para que las guerrillas se incorporen a la vida civil. Por el contrario, ahora coexisten dos proselitismos: el armado y el civil. Esta situación ambigua y claramente contraria a la tregua crea resistencia contra la UP, genera represión contra ella, y hace que el pueblo pierda confianza en la sinceridad de la palabra empeñada por las FARC.
III. Intimidación y boleteo
Crecen las quejas contra la intimidación a las poblaciones y el boleteo. Reuniones de gremios campesinos lo han denunciado públicamente. Las quejas recibidas son del Sur del Cesar: San Alberto, El Barro, San Martín; en Santander: Sabana de Torres, Puerto Wilches, Rionegro (San Rafael, La Tigrera, etc.), Carare-Opón, San Vicente…
Estos fenómenos han recrudecido la tendencia a la autodefensa y ofrece «justificación» a formas de represión. En Barrancabermeja apareció un nuevo grupo, «Tóxico» y son de esperarse más reacciones violentas después de los últimos acontecimientos. Copia de esta carta estamos enviando al Señor Presidente de la República, al Procurador Nacional, a la Comisión Nacional de Paz y a los comandantes de los frentes XX, XI, XII que son los que más tienen que ver con estos últimos acontecimientos.
El año anterior enviamos a usted, también una comunicación con acontecimientos por el estilo. No recibimos respuesta. Nos gustaría en este caso tener acuso de recibo para saber que la comunicación llegó a su destino.
Los miembros de la Comisión profundamente preocupados por estos acontecimientos les rogamos se pongan en comunicación con los comandantes de los frentes en mención para que faciliten un diálogo con nosotros a fin que volvamos a los tiempos en los cuales la conversación y el diálogo eran el vehículo indispensable para la construcción del proceso de la paz.
No ignoramos y también lo denunciamos ente las autoridades nacionales y regionales y ante la opinión pública, que la Unión patriótica, acusada de íntima vinculacióncon el proselitismo armado de las FARC, está sufriendo también persecución y hostigamiento en el libre ejercicio de su actividad política.
Fuente: Villarraga Sarmiento, Álvaro, compilador y editor. (2009) Gobierno del Presidente Belisario Betancur 1982-1986. Tregua y cese al fuego bilateral FARC, EPL, M-19, ADO. Tomo 1 - Serie el Proceso de Paz en Colombia. Bogotá, Colombia: Fundación Cultura Democrática, FUCUDE